Ciudad Maldita
Siempre está al acecho
A qué más puede sacarte
Te ofrece una quimera
Neón y riquezas
Le trabajas catorce horas diarias
Y más
Te aprieta en el Metro
Te sofoca en el microbús
Te roba en la calle
No te permite dormir tranquilo
Pastillas para dormir
Para despertar también
Te induce a preferir
Lo material a tus seres queridos
Te hace decir
Ufanamente estúpido
Esto es calidad de vida
Pero destrozó tu vida
Te la destroza
Junto a tus sueños
Compró tu alma por un plasma
Tu familia por casa propia
Tus amigos por automóvil
A otros ni siquiera eso
A otros los mata de hambre
Desde que viven
Les hace creer que algún día ganarán
Para que se empeñen
Para que se empañen
Mírate en el espejo
Eres un limón exprimido
Te vendieron el cuento del tío
O quizá tú fuiste corriendo a comprarlo
Por iniciativa propia
Sin ayuda de nadie
Compraste una tumba
Bajo el verde césped
Sobre el cual brincan los simpáticos zorzales
¿Por qué no los disfrutaste en vida?
Corredor de maratones de esperanza
La meta no es para tus piernas
Perdedor concursante de loterías
Con su televisor
Te ahorra el molesto trabajo de pensar
No te informa
Te programa qué debes pensar
Pero te convence que tú piensas
Cuando mueres pobre
Enfermo porque comiste poco
Triste
Porque no viviste
Solo
Porque no amaste
Piensas que te pintaron la cara
Pero la culpa fue tuya
Estás indefenso gracias a ti
Quisiste ser más que tus hermanos
Pero igual te comerán
Los gusanos
Mejor haber sido todos pobres
Mejor haber sido todos felices
Te convirtió en un peligro para tu prójimo
Trocó a tu prójimo en un peligro para ti
Piensas que piensas
Nunca has pensado
Si alguna vez lo hubieras hecho
Nunca habrías llegado a vivir así
Despierta
Tal vez no hay tiempo ya
Pero por lo menos muere
Con los ojos abiertos.
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